lunes, diciembre 25, 2006 

El jugo y el aliado: La ingratitud en el servicio público.

"¿Y si no queda más de mí mismo que dar?"
Mi respuesta al desafío-cliché "Den todo de sí mismos".


Mi segunda participación en el CADCC ha concluído. Y he llegado exactamente a las mismas conclusiones a las que llegué cuando fui miembro de pastoral católica. Y he tomado la misma decisión que tomé cuando fui miembro de pastoral católica. Y esa decisión es el retiro.

Lo he visto, lo he vivido. No me lo han contado. Por eso tengo el conocimiento de causa necesario. La "satisfacción del deber cumplido" no es suficiente. Uno es persona. No es una caja negra a la cual se le escupen ordenes y expectativas, para luego atacar o desconsiderar si no hacen las cosas como nos gusta. Personalmente no aplico mucho eso cuando hablamos de nuestros líderes patrios (llámeseles congresistas, jueces, miembros del poder ejecutivo). Y eso me golpea en el trasero después cuando yo sirvo al interés público.

Los aplausos son pocos. No es que uno los ande buscando, pero Eduardo Bonvallet lo decía muy sabiamente: "Todos nos merecemos que nos hagan un cariñito". Pero la otra cara de la moneda del servicio público revela claramente la naturaleza de nuestra ingratitud, parte intrínseca de nuestra idiosincrasia.

Cuando fui miembro de pastoral hice mucho. Para Dios, para mi comunidad. Hasta que en un momento dado fui visto como una pieza más del engranaje. No como persona. Llegaba a misa los domingos y no había un "Hola Cristián", sino un "Cristián, necesitamos a alguien que lea la primera lectura".

En mi tiempo de servicio público en la Escuela, busqué siempre el bien de quienes me confiaron responsabilidades. Siempre dispuesto a ayudar, incluso me ofrecía para tareas en pos del bien común. Una de ellas era la de hacer de vocal de mesa para el departamento de computación. Gracias a mí se lograron votaciones históricas en un departamento el cual no se caracteriza por ser muy participativo. El 2006 estuve en todas las votaciones: FECH, CEI, CADCC. Recibí críticas, no constructivas, sino que frontalmente destructivas. Fui objeto de calumnias. Recibí un regaño descarnado y feroz el cual no merecía. No hubo palmadas en la espalda. Sólo un jugo y un aliado a la hora de almuerzo. Sólo por cumplir. Cerraba la mesa y me iba a la casa. ¿La satisfacción del deber cumplido? sí existía, pero al ir enfilando mis pasos hacia el metro en el ocaso del día, esta quedaba atrás, atascada en los pasillos de la Escuela, para dar paso a la autocomplacencia, la mordida de dientes, y un "de nada" el cual nadie escuchará.

Ya lo había dicho en mi fotolog. Se acabó. Alguien preguntó: "¿Vale la pena?". Yo digo que sí lo vale, pero hasta cierto punto. Uno no es esclavo de nadie. Existen límites para el altruismo. Hay que saber decir que no a veces.

Ahora que lo pienso... tal vez no estoy tan equivocado en criticar a nuestros líderes patrios. Mal que mal, ellos reciben un jugoso cheque cada fin de mes, y no un aliado y un jugo chico.

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domingo, diciembre 10, 2006 

Ricachones y Emprendimiento

"$ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja"
Cifra del cheque del primer sueldo del protagonista del aviso de una aerolínea.

Es divertido cómo el pensar se convierte en un río correntoso, el cual te lleva de un lado a otro muy rápidamente. Todo comenzó cuando Daniel y yo vimos la película "Una Verdad Incómoda". No les voy a contar de qué se trata específicamente, pero en general se trata del Keynote Speech que Al Gore dicta alrededor del mundo acerca del calentamiento global y sus posibles efectos a escala global.

Después de la película, comentábamos y llegamos a la siguiente pregunta: "¿De dónde sacará plata Gore para viajar a tantas partes del mundo?" "Probablemente algún ricachón lo financie, como lo hacen para las campañas presidenciales estadounidenses (considerando que Gore fue candidato presidencial el 2000)".

Y ahí empezó la discusión. ¿Dónde podemos buscar esa clase de ricachones para un proyecto, por ejemplo, de emprendimiento?

En Chile no. Y me explico.

El ricachón gringo tiene miles de millones de dólares, hasta el punto en que le importa bien poco botar unos 20 millones. Conceptos como el VAN, la TIR y el PRC, propios de evaluación de proyectos, les importan un carajo. Personajes como Mark Shuttleworth o Bill Gates pueden botar plata a diestra y siniestra en cosas "desquiciadas" como un viaje espacial o una campaña política.

El ricachón chileno, en cambio, es de otra linea. Tiene algún apellido conocido en revistas o diarios económicos, como Paulmann, Luksic o Angelini. Es industrial a rabiar, en el sentido de que suelta los 20 millones, pero te hace preguntas como "¿Cuándo recuperarás la inversión?", "¿Qué plan de negocios tienes?", "¿Cuánto vas a ganar de utilidades?".

Eso deja abierta la pregunta: ¿Qué chances tiene el emprendimiento en Chile ante esta situación? ¿Servirá realmente tomar tantos seminarios como el Club de Emprendedores, considerando que talento sobra, pero lucas y voluntad faltan?

miércoles, noviembre 15, 2006 

Yo...

Citado del foro de "The Guardian" sobre un artículo, que desmiente aquel que dice que "eso del calentamiento global", es falso. (Que está aquí)


"I evade my personal responsibility for the things I choose to do. I blame the government, the oil companies, George Bush, the economy, the wealthy and anybody else I can think of for the destruction that my lifestyle causes.

I put my comfort, my convienence and my conformity ahead of the lives and livlihoods of thousands of future generations, and I try not to think too much about my daily contribution to the destruction of the world that was left to me by thousands of past generations. I put myself far, far ahead of my ancestors and decendents and take from them for the most trivial of reasons.

I ignore the real human pain, suffering and death that my behaviour causes. I turn the page, switch the channel, and change the topic of conversation. I pretend that the science isn't definitive yet, or that there's no point in changing before others do, and I convince myself that 'scientists' will come up with a technological solution that will make my lifestyle and me OK.

I avoid, I deny, I justify and rationalise, I pretend, I project, I squirm and sqeeze and do whatever I can to maintain my concept of myself as a good person while still doing what I do. I evade my moral responsibility a day at a time in the hope that reality will somehow be different tomorrow morning.

I steal from those who live far away from me, and who I do not know because I see their pain as cartoon pain, and not fully real. I casally destroy what future generations will depend upon to live because they have yet to be born and it is only me, and my time and my normalcy that is important.

I am like those who, sixty years ago, did their jobs and lived their normal lives and didn't ask questions about where their jewish neighbours had gone. I am like those who participated in slavery and other atrocities, except that the effects of my crimes will outlast all those others.

And it is OK, because today I am normal, and busy, and have other things on my mind and, if what I do is really so bad so many people wouldn't be doing the same, would they?

But when, in the hours before I die, I think back upon my life and what it has meant, I must do one thing. I must hope and hope and pray and pray that there is nothing beyond life and beyong time and beyond myself, that there is no blance, no karma, no morality and no justice.

Because if there is, and I do what I do, knowing what I know....

Well, lets not think about that."

Traducción amigable por este humilde servidor:

"Evado mi responsabilidad personal por las cosas que elijo hacer. Culpo al gobierno, a las compañias de petroleo, George Bush, la economía, los ricos y cualquier otro en el que pueda pensar por la destrucción que mi estilo de vida provoca.

Coloco mi comodidad, mi conveniencia y mi conformidad delante de las vidas de miles de generaciones futuras, e intento no pensar mucho acerca de mi diaria contribución a la destrucción del mundo que fué legado para mí por miles de generaciones pasadas. Coloco a mi persona por delante, muy adelante de mis ancestros y decendientes.

Ignoro el real dolor humano, sufrimiento y muerte que mi comportamiento causa. Doy vuelta la página, cambio el canal, y cambio el tema de conversación. Pretendo creer que los descubrimientos científicos no son definitivos aún, o que no tiene sentido cambiar antes que lo hagan otros, y me convenzo a mi mismo que los 'científicos' saldrán con una nueva solución tecnológica que harán que mi estilo de vida y yo estemos bien.

Evito, niego, justifico y racionalizo, pretendo, proyecto, estrujo y exprimo y hago cualquier cosa que pueda para mantener mi concepto de mi mismo como de buena persona mientras sigo haciendo lo que hago. Evado mi responsabilidad moral un dia a la vez con la esperanza de que la realidad será de algún modo, distinta a la mañana siguiente.

Hurto de aquellos que viven lejos de mi, y de aquellos que no conozco porque veo su dolor como dolor de caricatura, y no totalmente real. Intencionalmente destruyo lo que las futuras generaciones necesitarán para poder vivir porque ellos aun deben nacer y lo único importante soy yo, mi tiempo y mi normalidad.

Soy como aquellos que, sesenta años atrás, hicieron sus trabajos y vivieron sus vidas normales y no hicieron preguntas acerca de si sus vecinos judios habia desaparecido. Soy como aquellos que participaron en la esclavitud y otras atrocidades, excepto que los efectos de mis crímenes perdurarán por sobre todos esos otros.

Y está bien, porque hoy soy normal, y estoy ocupado, y tengo otras cosas en mi mente y si, lo que estoy haciendo es realmente malo, tanta gente no estaría haciendo lo mismo, ¿ o sí ?

Pero cuando esté en mi lecho de muerte, pocas horas antes, pensando en retrospectiva acerca de mi vida y sobre lo que ha significado, debo hacer una cosa, debo tener esperanza y fé y rezar y rezar porque no hay nada mas allá de la vida ni más allá del tiempo ni más allá de mi, porque no hay balance, ni karma, ni moralidad ni justicia...

Porque si la hay, y hago lo que hago, sabiendo lo que sé...

Bueno, no pensemos en eso."

domingo, julio 16, 2006 

Falta de Empatía.

"Hay gente que hace cosas malas, no por hacer daño, ni por no saber que son malas, sino porque saben que pueden hacerlo."
Daniel, Barsa, una cerveza y un Martini.

¿Por qué ocurren muchas cosas malas en este país? ¿Por qué no se reparten bien los recursos? ¿Por qué tanta mala cara en las calles? ¿Por qué los industriales lloriquean de que los estudiantes de la Escuela los odian?

La razón es simple: No somos capaces de ponernos en el lugar del otro. Nuestros problemas personales son primero y los del resto ni siquiera tienen cabida en nuestras vidas. En resumen, nos falta empatía.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Esa capacidad la perdemos en forma continua a medida que crecemos. Y esta falta de empatía se manifiesta en las siguientes situaciones:
  • Al hacer casas de 12 m2 para la gente necesitada.
  • Al importarnos un carajo la opinión de quienes están jerárquicamente debajo de nosotros.
  • Al cambiar políticas internas en una empresa sin preguntarle a nadie.
  • Al no remunerar como se merece a quien te otorga sus servicios, sólo por seguir una política de "reducción de costos" (la cual no es siempre cierta, y responde más a una vil tacañería).
  • Al corregir controles de manera descriteriada, e ignorar los reclamos de los estudiantes.
  • Cuando pasamos a 70 km/h por la posa de agua que quedó por la lluvia al lado de la vereda donde hay gente esperando la micro.
Chilenas y chilenos: No estamos solos en esta tierra. Hay más gente. Y la gente cuando se le pasa a llevar, se siente mal. Que no aleguen es por un tema de idiosincracia histórica. Tomemos en cuenta a quien está junto a nosotros, sea amigo o no.

viernes, marzo 31, 2006 

Falta de Cultura

"La gente confunde cultura con arte. Creen que yendo a museos, a exposiciones, a conciertos de música clásica son más cultos. Están equivocados."
Fernando Villegas en "Tolerancia Cero", 19 de Marzo del 2006.

Villegas tiene razón. No por ir a más conciertos, museos, exposiciones o ver el Discovery Channel vamos a ser más cultos. Revisé la Wikipedia y la definición de cultura dice:

"Cultura es todo lo que el ser humano agrega a la naturaleza"

Y mirando el Wikitionary dice:
  • Las artes, costumbres y hábitos que caracterizan a alguna sociedad o nación.
  • Las creencias, valores, comportamiento y objetos materiales que constituyen la forma de vida de un pueblo.
Mi viejo (que proviene de Puerto Natales, dicho sea de paso) dice que muchos de los problemas de la sociedad se producen por falta de cultura. No es suficiente con tener buen liderazgo (eso sobre todo para aquellos que creen que una mujer en La Moneda es la panacea), sino tener cultura, buenas costumbres, decencia.

A continuación les voy a enumerar algunos ejemplos de falta de cultura que se ven cada día:
  • En la panadería del supermercado, cuando los encargados traen pan nuevo, la gente se abalanza sobre él como si nunca hubieran comido pan en sus vidas.
  • Si no asomas el pie para "asustarlos" un poco, los automovilistas no entienden que el paso de cebra implica derecho preferente de paso para el peatón.
  • La gente se abalanza encima de la puerta del metro antes que se abra. "Deje bajar antes de subir", mis pelotas.
  • Ni hablar de los pelotudos que, al llevar la mochila atrás, se la tiran encima a todo el mundo. (*)
  • Y tampoco de los que se sientan en el piso.
  • ¿Cruzar la calle con el semáforo en rojo? ¿A mitad de cuadra? Démosle no más. (*)
  • Y cómo olvidar del clásico de la idiosincracia chilena: Botar basura en cualquier parte, menos en el basurero.
  • Acuerdense de mí: Los frenazos y las malas caras se están pasando al TranSantiago.
  • Pasar a llevar al caminar.
  • Tirar el auto encima.
  • No dar el asiento, ya sea los que tienen el distintivo verde en el Metro, o los naranjos en el TranSantiago, o en el fondo a cualquier persona que lo necesite (embarazadas, lesionados, personas con dificultad para llevar bolsas, etc).
  • Update Reciente: La gente que fuma en sectores de designados como de no fumar (específicamente dentro de ascensores)
Los marcados con (*) son faltas a la decencia en la que yo también caigo (Otra falta de cultura: Tirar caca a diestra y siniestra, y darmelas de blanca paloma)

Miren lo que agregamos a la naturaleza chilenos. Y después queremos buenos líderes?

sábado, marzo 18, 2006 

Chile Inc.

"Nosotros-los-demás no poseemos acciones de Chile & Inc."
Prólogo de "El Chile que No Queremos" de Fernando Villegas.

Coco Legrand lo dijo en su última presentación en Viña: "Este país que no te trata como persona, simplemente como CONSUMIDOR". Muchas veces me siento un cliente más. Muchas veces siento que mis compatriotas son clientes. Clientes de un sistema. Clientes de un gobierno. Clientes de un Estado. Clientes de algo que me gusta llamar Chile Inc.

Me salió esa ironía un poco basado en el prólogo del libro de Villegas y un poco de la película "Hamlet" en la cual ya no se trata del reino de Dinamarca, si no que el padre de Hamlet es el CEO de la "Denmark Corporation".

Chile Inc. es la empresa de la cual somos todos clientes. Todos los diez y pico millones de Chilenos. Sus características son las siguientes:
  • Es un monopolio. No existen 2 o más Estados que estén en un mercado de libre competencia por el país llamado Chile, por lo tanto, estamos a merced de sus designios. Chile Inc define los precios que la gente pagará, y muchas veces sin derecho a reclamo, como se vio recientemente en el fiasco del alza de contribuciones.
  • Algunos "elegidos" son accionistas y tienen el control. La mayoría somos clientes. Los que están en altos cargos públicos (presidenta, ministros, congresistas y jueces) son gerentes pero a nivel táctico y operacional. A nivel estratégico están los accionistas.
  • En algún momento lo mencioné. Si el país crece económicamente, si la gente consume, el país está bien. No importa el resto. No importa que los delincuentes se tomen las calles cada día más, no importa que la educación esté en crisis. No importa que la clase media haya sido olvidada. No importa nada. Esos no son problemas de Chile Inc. . No está dentro de su misión de empresa. Mientras el IMACEC esté bien todos los ejecutivos de Chile Inc. saldrán diciendo que el país está de maravillas.
Y termino este post porque debo salir a seguir consumiendo.

domingo, marzo 12, 2006 

Una retorcida concepción popular de la política

Ayer caminaba por calle San Antonio, iba camino a casa, eran las 13:00 aproximadamente y estaba en boca de todos el tema del cambio de mando.

De pronto, en una esquina me detengo a esperar a que me den luz verde y evitar a los honorables conductores de Santiago, y escucho un trío de hombres como se dice "arreglando el mundo".

- "Mira, yo, no estoy ni ahí con la política güeón..." (sentencia uno con cara de sabiduría) "... pues sea quien sea el que esté gobernando, ¡yo tengo que trabajar igual!"
- (los demás) "¡Sí!, ¡esto es una mierda!"

A lo que yo me permito decir: ¿Y que cresta esperan? ¿Que los políticos corran serviles y emborrachados de prestancia a tomarles del antebrazo con sumisión y les digan :"Don Pepe, por aquí por favor, el país para usted"?

Me pregunto cuanta gente más tiene una visión de ese estilo... es decir, que la política no sirve pues su "tener que trabajar" es invariante a ella.

Mi padre y mucha de la gente que trabajaba con él son otros más de los que creen en esa "idea", a lo que mi hermano le espeta: "¿Y de donde sacaí un país de Bilz y Pap en que no se trabaje?". Como el mismo Taita decía: "Por eso este país culiao no surge".